Si Hugo Chávez se muere en La Habana... /me quedo con Alexis Romay

"Según van las cosas, la capital de Cuba/ será Caracas"
Haiku 63. Alexis Romay

Iba a escribir un post sobre la la trayectoria de Chávez en su búsqueda de ser un prócer latinoamericano a la altura de Bolívar, o sea, con categoría de mito, cuando me entró por gmail un mensaje con el nuevo haiku del poeta blogguer, Alexis Romay. Abandono a Chávez que lleva sólo apellido de un gran poeta francés, por un poeta real como Alexis, quien mejor usa la tradición del haiku japonés, para servirnos "levedades" que se acerca con gracia al apotegma griego, un eterno retorno a Cuba.
Es difícil quedarme con un haiku de los publicados, porque entre todos deconstruyen el universo de la cubanía con las palabras exactas, con una crítica que no se escribe con pantalla táctil, sino con un sable creativo de un Samurai cubano residente en New York.
Alexis Romay parece haber aprendido muy bien la lección de otro nacido en Cuba, Italo Calvino, cuando reflexionó sobre la levedad, en contraposición con la pesadez...

“las imágenes de la levedad que busco, no deben dejarse disolver como sueños por la realidad del presente y del futuro (lo más ligero es lo que verdaderamente mueve a lo más pesado)”.
Italo Calvino. Fragmentos de su fibro póstumo: "Seis propuestas para el próximo milenio."
No obstante, debo reconocer que la levedad de Alexis Romay también lleva explícita la experiencia de haber vivido en un sistema socialista como Milán Kundera, quien sentenció en la "Insoportable levedad del ser"...
"Si cada uno de los instantes de nuestra vida se va a repetir infinitas veces, estamos clavados a la eternidad como Jesucristo a la cruz. La imagen es terrible. En el mundo del eterno retorno descansa sobre cada gesto el peso de una insoportable responsabilidad. Ese es el motivo por el cual Nietzsche llamó a la idea del eterno retorno la carga más pesada. Pero si el eterno retorno es la carga más pesada, entonces nuestras vidas pueden aparecer, sobre ese telón de fondo, en toda su maravillosa levedad."


Cada vez me duele más, no haber tenido más tiempo en New York hace un año para tomarme unas cervezas con Alexis. Gracias por esa levedad de fondos marinos de la memoria.