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lunes, 18 de febrero de 2013

Carlos Varela en las Nubes con Denzel Washington


Este post es una reseña que escribí sobre Carlos Varela en el 2001, el opening del mismo es con la canción 7, porque fueron siete años que se demoró en sacar, Nubes, después de sacar, Como los peces, 1994,  (BMG Ariola, España), aclaro, Siete no está en Nubes, Cd reflejo de la continuidad de su obra, que dio un salto Universal, en Hollywood, con una canción de este disco, Una Palabra, asociada hoy al rostro del actor  Denzel Washington, que protagoniza Man on Fire, donde se escucha esta pieza al acabar la película, o sea, B S. O.

Una palabra no dice nada
y al mismo tiempo lo esconde todo
igual que el viento esconde el agua
como las flores que esconden lodo 

Carlos Varela
Durante estos siete años en que estuvo sin grabar, el cantautor recuperó sus presentaciones con guitarra y en solitario, caracterizadas por el predominio de melodías y tonos suaves.
Nubes, es el resumen de estos años. El intimismo es su clave sonora. Contiene doce canciones; las más conocidas Una palabra, Apenas abro los ojos y Lucas y Lucía. Los acompañamientos con una o dos guitarras están diseñados para el lucimiento de su voz. Los textos son los de siempre: profundos, poéticos donde la metáfora desvela una crítica social contenida.
En el CD sobresalen varios temas de amor como Tarde gris, Cuatro lunas, Una Palabra y Sequía del alma. Pero con Sombras en la pared, logra un excelente clímax al entremezclar acertadamente el amor y la ciudad.

La Habana, vista desde los altos de la gasolinera de 23 y 28 donde vive, alcanza una peculiar dimensión: "Se ve una luz en la ciudad/ la luna cae en cenital/ y solo con la música, te empiezas a desnudar/ un nuevo día va a empezar,/ me besas y aparece el sol/ la gente sale a trabajar/ mientras hacemos el amor".
No es más maduro con este disco. Mantiene la profundidad crítica de sus discos anteriores. En una de sus canciones, Será sol, escribe: "En vano fue cerrar los ojos y no saber dónde mirar/ en vano fue quedarnos solos en la colina de los tontos/ viendo pasar el mundo en silencio...".
En Nubes, la canción de más fuerza roquera y la que da nombre al disco, a pesar de acompañarse sólo a guitarra, el rasgueo y los rifs levantan y equilibran la obra hasta una dimensión contrastante que no lo desborda.
En una obra de Carlos Varela no podía faltar el tema del exilio, esta vez desde dos abandonos diferentes. El corte número 9 está dedicado a los balseros: Desde ningún lugar es una canción dedicada a los cubanos que eligen el camino del mar. Más que canción es un lamento por los que no logran llegar. Lucas y Lucía está hecha también para los que abandonaron el país por otros medios, y que igualmente no encuentran de nuevo a la Isla, en ningún sitio: "Lucas y Lucía se fueron sin rumbo/ a buscarse un sitio, en este mundo./ Dicen que aún dan vueltas en el cielo./ Yo no sé donde están,/ yo no sé si vendrán algún día/ pero cada vez más hay más Lucas y Lucías".
En 1989, con su canción Guillermo Tell, Carlos Varela retrataba a una generación que quería imponerse, social, cultural y políticamente con un cambio. Once años después, los retratos de esa misma generación son sólo una huella. La gran mayoría ya no está.

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