Salí de Cuba en 1999 directo a París haciendo escala en Bahamas. París fue mi nacimiento europeo, toda idea de Europa que tenía la comencé a constatar justo en el cambio de siglo, estuve desde el 30 de noviembre 1999, hasta primeros días de Febrero 2000. Luego de París fui en tren hasta Madrid, donde me quedé siete días y finalmente acabé en Sevilla donde viví dos años sin permiso de residencia arropado por una pléyade de amigos que con los años se han convertido en familia e hicieron que sintiera que en esa ciudad yo también podría haber nacido en el año 2000.
A partir del 2005, retomé mi relación idílica con esta París volviendo múltiples veces, durmiendo en diferentes barrios, en casas de amigos o en hoteles. Comiendo en casas particulares, yendo a pueblos cercanos de esta capital europea con la base de haber atravesado Francia en coche yendo de Barcelona a París. Sin olvidar pequeñas incursiones por el sur a Colliure, Carcassonne, Toulousse, Perpinñan y Burdeos.
No obstante, como escribió, Enrique Vila Matas, París no acaba nunca, siempre hay un punto interés en esta ciudad que no te cansas de retomar, o a veces pasados los años, vuelves a lugares donde ya estuviste, y tus ojos lo ven diferente.
En este viaje en marzo de 2013, estuve en casa de mi entrañable amiga Sarah Caron con motivo de su exposicón en el hotel Lvtetia, a la que le escribí el texto de la misma, y además, coincidió con nuestro cumple, ambos cumplimos en marzo. Ví, una vez más, otro París. Mis inquietudes fueron por un lado diferente...
1er Atelier de Picasso en París.
2do estudio de Picasso en París
París entre Zoé y Rimbaud
Retorno a Orly
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