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domingo, 18 de enero de 2015

¿Estás separado? Sí. -¿Cómo lo sabes?

Alguien me preguntó desde Galicia. ¿cuánto llevas separado? Al decir la cifra me dijo: Ya pasaste lo peor...
No le dije ..."He llorado lágrimas"... Seguramente "negras," diría Miguel Matamoros mezclado con Jorge Luis Borges y Pessoa. No, le dije, depende del tiempo y la suma de recuerdos bellos y delitos acumulados. 

En la distancia hasta el error pasado une. Tampoco le confesé la suma de insomnios que llegan a ser "el único sueño posible durante un "times" post separación.
Me consuela no haber sigo el único. He descubierto que hay una raza de separados; muchos somos esa raza. Que unifica aún más si tienes hijos de menos de diez años; rectifico, si tienes hijos, te entiendes o solidarizas como culo y mierda que se dice en castellano. 

Estamos definidos socialmente en un clan no visible y creo que hasta existe una complicidad -en algunos desafecto- cuando pronuncias esa palabra "SEPARADO:"  Que incluye el SER, y estar PARADO, en el centro de un mar donde a veces no ves claro el camino entre las aguas que debes tomar, (estas condenado al GPS de tu esencia) sobre todo al inicio, donde la soledad, casi siempre es "desasosiego."
Creo incluso, que cada vez que la pronuncias, algo se rompe dentro o se humedece... Es como si vieras respirar la arena...


No os asustéis. Que tenga una amiga de Japón, no significa que mi vaya a vivir en enero 2016,   al reino de poetas suicidas como Ozamu Dazai. 
Aunque me encantaría tomar sopa en Kioto en un cuenco donde en la superficie se refleje  la Luna.

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