Sé que es ilegal modificar las señales oficiales de tráfico que ubica el ayuntamiento de cada ciudad al menos en la Europa que vivo. No obstante, a veces la creatividad está condenada a violar las normas para darnos su idea de esa "otra" realidad.
La modificación de esta señal -de no girar a la izquierda- solo tiene añadido: un brazo, la cabeza y dos complementos: un sombrero y una flor. Es poca cosa, pero justas y necesarias, yo le doy luz verde. Esta señal cambia su objetivo inicial y pasa a ser otro, sin olvidar el primero.
Modificar algo ya hecho " ready made" para llegar a un lugar con leves variaciones me recuerda a Marcel Duchamp que tanto quiero y admiro.
La diferencia, es que la ilegalidad de esta obra la condena a ser anónima y efímera. Quizás un funcionario de limpieza ya le este quitando este encanto.
No obstante, ya está en mi blog y en los ojos de mi niña; yo al verla, detuve el coche para que la viera bien. No sé que le quedará de todo lo que le enseñó, por ahora que sepa que la realidad siempre puede ser modificada a mejor y distinta.
Cada vez que la miro pienso en Danilo Maldonado y las cosas que Lía Villares me contó de él en sus pintadas en la Habana que yo no viví.
Cada vez que la miro pienso en Danilo Maldonado y las cosas que Lía Villares me contó de él en sus pintadas en la Habana que yo no viví.
En Barcelona hay arte hasta en las señales, cuando pases por aquí, mira a todos lados...
Esa flor es para ti...
http://hombreconcreto.com/gallery/signs/
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