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lunes, 16 de noviembre de 2015

Un embarazo de futuro para despejar el horror de este finde en París.

Ayer saludé desde mi muro y blog a una amiga embarazada en Nueva Zelandia. Hoy al llegar a mi trabajo me encuentro con otra que no más verme, me muestra el maravilloso crecimiento de su niña, que nada en su piscina de carne natural hacia el futuro. 
Ella que me sigue, y me lee sabe que he estado demasiado pensando en el dolor de una ciudad como París y sus muertes este finde,  y es consciente  que me duele de cerca por amigos y vida. No hablamos una palabra de los atentados.

Su panza es la metáfora feliz de que la vida, puede ser una tarta de carne o montaña que anida un ser en su vientre y no sólo debe seguir, sino que lo hace maravillosamente a pesar del duelo.
Creo que no existe nada más bello que el embarazo, que alguien les negó albritariamente a los hombres.
Lo digo una vez mas:
¡me hubiese encantado parir a mi hija!
Pura vida.

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