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lunes, 11 de julio de 2016

Cuatro fotos de mi última visita a Sevilla.

Sevilla es más que mi memoria.  Varios amigos en  el nacimiento de mi exilio en Europa. Un poema a esa ciudad donde me hice un acta de nacimiento.
El miedo al entrar en la estación de policía  con el pasaporte vencido con visa de Francia, para solicitar la residencia en España.
Mi primera Semana Santa un viernes de Dolores. "No me llames dolores llamame Lola." Mis bailes con Mercedes por sevillanas en la Feria, sin saber que un cáncer se la llevaría con 50 años, más tarde.

Sevilla también es un diseñador atrincherado en la búsqueda de una sociedad mejor: Jacinto; y un poeta: Ortiz Nuevo que no nacieron allí, pero que viven queriéndola cómo o más que yo.

1 comentario:

  1. Están las ciudades invisibles de Italo Calvino… y las de Arsenio Rodríguez. De las primeras nos queda la duda de la sensual imaginación de su autor, de las segundas nos quedan las certezas vividas. Un abrazo, hermano.

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