Cuando las veo pasar alguna vez me digo: qué sentirán/ ellas, las que decidieron ser perfectas conservar a toda costa / sus matrimonios no importa cómo les haya resultado el marido (parrandero mujeriego jugador pendenciero / gritón violento penqueador lunático raro algo anormal/ neurótico temático de plano insoportable/ dundeco mortalmente aburrido bruto insensible desaseado/ ególatra ambicioso desleal politiquero ladrón traidor mentiroso/ violador de las hijas verdugo de los hijos emperador de la casa/ tirano en todas partes) pero ellas se aguantaron/ y sólo Dios que está allá arriba sabe lo que sufrieron.
Cuando las veo pasar tan dignas y envejecidas,/ los hijos las hijas ya se han ido en la casa sólo ellas han quedado/ con ese hombre que alguna vez quisieron (tal vez ya se calmó / no bebe apenas habla se mantiene sentado frente al televisor
anda en chancletas bosteza se duerme ronca se levanta temprano/ está achacoso cegato inofensivo casi niño) me pregunto:
¿Se atreverán a imaginarse viudas, a soñar alguna noche/ que son libres / y que vuelven por fin sin culpas a la vida?
Daisy Zamora. Nicaragua (1950-)
Nota.
Este poema poco conocido de una poeta que combatió a Somoza, y llegó a ser ministra de Cultura con los sandinistas no recuerdo cuando lo leí. Se que lo puse en un post para publicarlo en mi blog. Pues a pesar de que su vida política no la comparto, sí me parece que en este poema, y su narración descarnada de un tipo de mujer que prefiere el infierno de una pareja con tal de no estar sola, me parecía fantástico.
No sé que piensas tú.
Daisy
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