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domingo, 10 de septiembre de 2017

Tras el cine. Cena y té libanés con dulces de Las Mil y una noches: Baklawa.


El escritor y amigo entrañable Rolando Sánchez Mejías. Fue quien en el año 2001 acabado yo de llegar a Barcelona. Un día andando con él y Radamés Molina, otro escritor hermano de letras y vida,  al ver mi asombro por querer detenerme a comer estos dulces 'Baklawa', en una tetería árabe del Barrio del Raval, me dijo... Arsenio, estos son los dulces de Las Mil y una noches.

Luego descubrí que indués y paquistaníes no solo hacían dulces. Sino que el shawarma que tanto me gusta y había descubierto en París tres años antes, es también de las Mil y Una noches como los dulces que inundan toda Barcelona con olores a Canela, cardamomo, nuez moscada, vainilla y una pizca de chile.
Los Baklawa.
Son pasteles árabes, están compuestos de varias láminas de masa hojaldrada que se barnizan con margarina derretida y se esparce nuez picada sobre ellas. Se van añadiendo otras láminas sobre esta capa en repetidas ocasiones para conseguir la altura necesaria. El pastel, se corta con la forma característica que todos conocemos, en rombos. La masa filo se humedece con agua para luego hornear y conseguir el dorado.
Se enfrían y se cubren con un almíbar, reposando hasta que se impregnen del mismo.
Se cree que fueron los asirios(antigua Mesopotamía) los primeros en colocar unas pocas capas de masa de pan junto a las nueces trituradas.

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