Mañana del 5 de enero del 2018. Paseando con mi hija mostrándole el barrio de Montmartre. Barrio que conozco desde 1999 llegué a Europa. Igual con frío y niebla y mucha nostalgia de una isla aplacada por la novedad de París.
Para unos como yo. La cuna de pintores venidos de todas partes, a inicios del siglo XX, que cambiaron la forma del percibir el arte, estética y conceptualmente. Entre ellos un joven Picasso muy barcelonés, quien puso su huesos por aquí en 1900 y luego más definitivo en 1904.
Mi niña lo conoce bien. Lo ha estudiado en el cole donde la han llevado a ver su museo en Barcelona.
Los hijos tienen una forma de crecer en los viajes que deberían ser obligatorios.
Qué bien lo pasáis!
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