Ayer paseando por el gótico tras el Mercado de la Boquería, apareció esta magnífica joya nueva de la arquitectura catalana, que es la escuela Massana, nombre popular.
Yo que viví en el año 2001 durante unos meses a menos de trescientos metros de este lugar, me impactó. A pesar de irme pateando la ciudad a ratos, hay plazas y rincones que se escapan.
Los volumenes de este bloque son espléndidos y muy bien conjugados con el espacio de esta plaza en pleno gótico.
Yo que viví en el año 2001 durante unos meses a menos de trescientos metros de este lugar, me impactó. A pesar de irme pateando la ciudad a ratos, hay plazas y rincones que se escapan.
Los volumenes de este bloque son espléndidos y muy bien conjugados con el espacio de esta plaza en pleno gótico.
La Escuela Massana es el centro municipal de artes visuales, artes aplicadas y diseño de la ciudad de Barcelona.
Gracias al legado del pastelero y filántropo barcelones Agustí Massana, tenía la sede en el antiguo edificio del Hospital de la Santa Cruz.
El gobierno municipal comenzó la construcción de este nuevo edificio que forma parte del proyecto urbanístico de remodelación de la plaza de la Gardunya, en el barrio del Raval.
La arquitecta Carme Pinós, es autora del proyecto del nuevo edificio de la escuela, iniciando la construcción en 2015 y terminado el 2018.
Se me hace raro que no le den el premio nacional de arquitectura catalana.
Gracias al legado del pastelero y filántropo barcelones Agustí Massana, tenía la sede en el antiguo edificio del Hospital de la Santa Cruz.
El gobierno municipal comenzó la construcción de este nuevo edificio que forma parte del proyecto urbanístico de remodelación de la plaza de la Gardunya, en el barrio del Raval.
La arquitecta Carme Pinós, es autora del proyecto del nuevo edificio de la escuela, iniciando la construcción en 2015 y terminado el 2018.
Se me hace raro que no le den el premio nacional de arquitectura catalana.
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