"A finales del 2016, comienza su carrera en solitario bajo el nombre artístico de Cimafunk. “Elegí ese nombre porque quería combinar la idea dé el cimarrón con la música que me gusta, el funk, entonces hicimos una mezcla entre esas palabras y nació CIMAFUNK”.
Desde P-18 proyecto cubano que surgió en París a fines de los noventa. No surgía un proyecto, puro de electro funk, de Cuba, combinando síncopa cubana y funky puro de James Brown con esencia del songo de JuanFormell. Pero tiene más.
Cimafunk en su primer CD, Terapia, no hace coqueteos con el regueton tan actual y manido, ni con el Rap; si con la timba de los noventa donde el Tosco y NG que marcaron mucho funky y timba. Y cierto acercamiento a la música del Caribe antillado donde se siente las vibraciones de las comparsas carnavalezcas.
El primer álbum de Cimafunk, ‘Terapia. Incluye "Me Voy" y "Alabao" dos piezas que están obligadas a consagrarlo como autor e intérprete de música bailable, 'dance'. Que actualiza a la cubana Anderson Paak, Naia Izumi actuales, y Prince, antiguo, con conga cubana. Y da un paso más avanzado de otro buen pinareño del siglo XXI, Alex Cuba que reside en Canadà. Pasando con elegancia por el songo de Formell y la timba electrónica.
Sus directos colgados en youtube dan muestra excelentes del potencial extraordinario de este músico cubano que ya ha sido avalado por artistas como Fito Páez quién en su concierto en el Festival de Cine pobre de Holguín lo presentó como un genio. Cosa que algunos ya sabíamos.
Su dinamismo danzario. Su proyección escenica, es un terremoto que bien proyectado puede llegar a ser un fenómeno internacional. Espero que siga así.
La modelo cubana Lupe, fue quien me inoculó CIMAFUNK, este verano en Barcelona en una comida exquisita que nos hizo a varios amigos una noche con luna en esta ciudad.
■Entrevista a Cimafunk donde da datos biográficos de su vida que comienza en Pinar del Río. CUba cantando en una iglesia.■
“Comencé a meterme en las peñas de trova con Víctor Quiñones y un montón de gente que en ese momento formaban parte de un gran movimiento del género en Pinar del Río, allí un amigo y yo nos unimos y recorrimos toda la provincia”.
Una vez graduado del nivel medio, comienza a estudiar la carrera de medicina, que dejó a la altura del segundo año. Según cuenta este artista, llegó a La Habana por recomendación de su amigo Yordi Toledo, quien estaba grabando un disco en la capital.
“Cuando llegué aquí y vi los edificios, las calles y todo eso me dije que no regresaba más para Pinar. Una vez que emigré vivía hoy en casa de una persona y mañana en la casa de otra. Estuve trabajando en cualquier cosa durante un año y pico, hasta un día.
La primera puerta que tocó Erik fue la de su coterráneo Raúl Paz, “averigüé la dirección de su casa y le hablé para que escuchara algunos de mis canciones, él lo hizo y me invitó a ser su corista en ese gran concierto que fue Carnaval en el Karl Marx”.
David Torrens, Liuba María Hevia, Hoyo Colorao, Los Boys e Interactivo han sido plataformas en la carrera de este joven. “Me llamaron para varios trabajos y yo iba a cada uno. Con Interactivo todo ha sido sabrosura, uno aprende mucho a la misma vez que tienes mucha libertad”.
“Me gusta mucho lo que hago, pero pienso que el reto más difícil durante estos últimos tiempos ha sido conformar la banda, que todos concordemos, encontrar buenos músicos, que el trabajo funcione bien y que ellos entiendan lo que quiero transmitirle al público”.
“Me gusta ver como fluye la energía, canto hasta que me den las ganas, me gusta sentir el flow del momento”, confesó el músico.
Erick Cimafunk no detiene la marcha, no piensan descansar hasta posicionarse en la escena musical cubana. Metas y planes no le faltan, así como le sobra estilo, pues según nos asegura “los artistas tienen el poder del espectáculo, todo lo que sueñas ser de niño se puede hacer en el escenario”.
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