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miércoles, 12 de diciembre de 2018

Alfiler de corbata de Antonio Maceo que llevaba puesto cuando lo mataron.

Antonio Maceo llevaba la bandera cubana de Narciso López cuando lo mataron.

"Maceo ha caminado mucho y está agotado. Tiene fiebre. Le duelen todas las heridas y los ordenanzas le friccionan las piernas para aliviarlo. Le contraría no encontrar los hombres y los caballos que esperaba a su llegada, pero sabe que con haber salido de Pinar del Río y estar en territorio habanero ha infligido una derrota a Weyler. Sube la fiebre y el general Miró, que vela a su lado, lo ve agitarse en la hamaca y le escucha frases incoherentes. En el amanecer cuenta a Miró su sueño. Le dice que vio a su padre, a su madre y a todos sus hermanos muertos. Estaban a su lado y lo llamaban por su nombre. Le decían: Antonio, basta ya de lucha, basta ya de gloria. Habló enseguida sobre Mariana, que iba ya para tres años de muerta, recordó a su hermano José y no ocultó su preocupación por la situación de su esposa, enferma y sin recursos en Costa Rica. Más tarde conversó con su médico. Diría el doctor Zertucha: Me dijo que tenía el presentimiento de que lo iban a matar.
Es ya el amanecer del 6 de diciembre de 1896 y apenas le quedan 24 horas de vida."

Maceo está de moda. Ha vuelto un general negro, cubano y mambí. Hace unos días hubo revuelo en la prensa cuando el presidente del gobierno español anunció que llevaba la silla del General, hecha de Palma a La Habana.
Ya la silla está en Cuba y hoy he encontrado que cuando lo mataron llevaba este alfiler con la bandera cubana.
Me gusta que la historia me devuelva un héroe de la independencia de Cuba, "nadie tuve ni tendrá los cojones de Maceo..."



Alfiler de la Expo de Cuba. De la Colonia a la República en Sant Cugat. 

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