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domingo, 28 de octubre de 2012

Hacer plagio en Cuba sale barato y nadie rectifica: La Conga Irreversible

(La falsa Conga irreversible. La verdadera  Calle Martirio)

Hace dos años  en la Bienal de La Habana 2012, Los Carpinteros, presentaron un performance que titularon, La conga irreversible. Tuvo entre los cubanos internautas un trending top, en post, webs, especialistas de arte, periódicos digitales  que incluye El Nuevo Herald, todos chorrearon tinta digital sobre aquel performance que consistía en poner una conga carnavalera por el Paseo del Prado, en la Habana Vieja, en sentido contrario al habitual, La conga iba al revés, en vez de ir hacia delante. Zoé Valdés, fue la única que colgó un vídeo dónde se advierte el plagio absoluto, yo diría bochornoso, a un vídeo arte Calle Martirio, de Euliser Polanco Báez, que había hecho y colgado en youtube un año antes.



Han pasado dos años  y no hay ninguna rectificación en ninguna página oficial de Cuba, ni de los propios Carpinteros, sobre este hecho. En un sistema democrático, al menos tenían que haber dicho que se inspiraron en "Calle Martirio," pero han pasado dos años y nada, tampoco los blogueros que repitieron la noticia hasta la saciedad, han sido críticos con los Carpinteros, que gozan de la impunidad y del éxito del plagio como una de las cosas positivas que pasó en la Bienal de la Habana. Cosas como estas me hacen pensar en lo bien que hice en irme de ese país donde nadie rectifica, ni el estado, ni los ciudadanos cuando se equivocan.

A mi me pareció intrascendente La Conga, me daba un poco de risa el revuelo conceptual que se generó en torno a esto. Nadie de todos los post que leí, hizo alusión a que un año antes, como Calle Martirio Juan Luis Guerra hizo un vídeo-canción, La Guagua, donde el bus hacia exactamente lo mismo, ir hacia atrás, y nadie le dio connotaciones más allá de lo que genera la propia canción. Él era claro, el lema del gobierno dominicano era Pá lante, y él dice: La guagua va en reversa. En cambio, los carpinteros no decían nada, todo el mundo interpretó cosas que ellos no dijeron. A veces pienso que en esa Isla, Cuba, es tan fácil ser original y plageador sin ninguna consecuencia, robar ideas en nombre del desconocimiento, sale barato para aparentar ser un artista que cuestiona el sistema.  Hacer metáforas que eluden a posibles críticas que realmente no son.
Fíjense si es difícil ser original que hasta el propio  genio y compositor Juan Luis Guerra, a quien sigo desde la adolescencia por razones sentimentales (me enamoré de una dominicana), no se salva y no supera la canción La Guagua, de Cándido Fabré, que interpreta como nadie, Celia Cruz.

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