■Ni sabes por qué me regalas ese trozo de piel en tu tejano. Ni sabes qué puedo hacer con esa visión arrugada de tu piel a la altura de las rodillas, que es genoll, en catalá y suena bellísimo.
No hemos dormido juntos, tu probablemente sola por la forma de tu rostro cuando el sol te ilumina entre Les Planes y Vallvidriera.
Ni sabes por qué yo voy con esta pinta de andaluz perdido cuando he nacido derramado en el Hospital de SanPau tras la bolsa de agua que mantuvo viva a mi niña nueve meses en un vientre.
Ni sabes por qué hoy he desayunado escuchando a Tejedor y Luis, y a Jorge Drexler en la cocina de espaldas a la ventana.
No sabes por qué, pero soy más aficionado a tu nariz porque me recuerda un perfil de Picasso que siempre quise besar en un lienzo, cada vez que duermo con una piel que en la mañana está condenada abandonarme.
Arsenio Rodriguez Quintana
Octubre 2018. Sant Cugat.
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