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lunes, 31 de agosto de 2015

Las velas de una iglesia de Perpignan/Perpinyà. Mi postal.

Esta foto la  hice en  mi primer viaje a Perpiñán.  Me gusta esta luz tímida, seductora y solidaria que ilumina un leve espacio  al encenderse. Nunca me había encontrado un coro de velas blancas con esta gracia de luz hacia la izquierda, soy zurdo. Mucho menos con gentes detrás asistiendo a una misa.
No debe pasar inadvertido  para quien mire la foto, la luz azul de los vitrales del fondo. Es la misma que había visto sobre el cuerpo hecho en vidrio de la Virgen Azul en la Catedral de Chartres, cerca de París.
Recordé una canción a capela de Gerardo Alfonso que compuso -como muchas otras- ante mí cuando viví en La Habana, y yo iba a su casa a escribir textos mientras el componía y ensayaba...

" Solista:  Una vela hay en la oscuridad. Coro: y el tiempo no la apaga
   Solista:  Una vela hay en la oscuridad. Coro: y el tiempo no la apaga
   Todos: No la paga, ni con la lluvia
                No la apaga, ni con el viento
                 Nooo oo, sigue encendida"

Los fundadores del cristianismo pensaban que tener una vela cerca era tener a dios en sí mismo. De eso no estoy tan seguro, que ilumina el camino, sí. 












Foto arkolano.

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